Por Virginia Baracchi
Hace 25 años en Murphy, un pueblito del sur santafesino a 301 kilometros de la capital, a las 2 de la mañana un chico dormia en su cama y soñaba con ser futbolista. Esa noche, dos hombres que trabajaban de cazatalentos en Newells Old Boys, y que jamás había visto en su vida, interrumpieron en su casa mientras este dormía, ese abrupto despertar hizo que sus sueños comenzaran a hacerse realidad rápidamente...
Uno de los intrusos que irrumpieron ese día en su casa fue Marcelo Bielsa, ex Director Técnico de la Selección de Chile, el otro, Jorge Griffa,entrenador y director de las divisiones inferiores de fútbol de Boca Juniors y de Newells Old Boys. Ambos, tras rastrear jugadores en Villa Cañas (a 370 km de Santa Fé), aparecieron en Murphy y descubrieron a Mauricio.
La anécdota tiene cierta pureza : Ese chico llegó de manera directa a un club de fútbol y trepó a primera a los 16 años, en 1989, sin representantes, sin manos intermediarias, y sin personajes con quien transar.
Talvez- Pochettino, recién tuvo representante a los 20 años, cuando ya había ganado 2 títulos en Primera con Newells Old Boys - se hubiese encontrado con técnicos que sólo prueban chicos del Interior para quedarse con el dinero por las pensiones. Los padres de el, seguramente, hubiesen recibido ofertas para "rescatarlo" del club y llevarlo al exterior a temprana edad. La mayoria de los que se fueron al exterior a temprana edad quedaron estancados, sin noticias de los representantes que un día les lleno la cabeza a los padres, y hasta los mismos chicos con la promesa de "un futuro soñado".
Parece mucho el sueño, mucho las ilusiones y demasiado el sufrimiento para tan poco lugar en la elite del futbol. De 100 chicos que lo intentan, muy pocos llegan a primera y terminan consagrados.
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